Los aceites esenciales son auténticas joyas aromáticas y, para su elaboración, se requiere una gran cantidad de materia prima, de conocimientos y de tiempo. Hablamos de un producto totalmente natural y extraordinariamente eficaz, cuya calidad tiene un precio que depende de:

  • La oferta de la planta en el mercado
  • El coste de la mano de obra, según el país de origen o la dificultad de recolección
  • El rendimiento del proceso extractivo (porcentaje de aceite esencial por kilogramo de planta)

Sabías que para obtener un kilo de aceite esencial (que hace aproximadamente un litro), se necesitan por término medio las siguientes cantidades:

De 4.000 a 12.000 kg de hierba para el aceite esencial de melisa

De 3.500 a 4.000 kg de pétalos de rosa de Damasco ¡Una hectárea de rosales!

1.000 kg de flores de jazmín

150 kg de sumidades floridas de lavanda

50 kg de sumidades floridas para el lavandín

De 6 a 7 kg de botones de clavo

 

De ahí, resulta evidente que cada aceite tiene su precio y que ciertos precios nos tienen que hacer dudar de la calidad del producto.