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El proceso alquímico es una tradición y arte antiguo practicado en Egipto, Asia y Europa, cuya finalidad es purificar, madurar y perfeccionar ciertos objetos o sustancias. En este caso concreto, el perfume se produce a través de la transmutación de una sustancia vegetal en una de mayor vibración energética. La sustancia alquímica obtenida sirve para buscar la perfección en el cuerpo y el alma humana, de modo que elimina la enfermedad, el deterioro y toda manifestación de desequilibrio.
En Egipto el uso de aceites perfumados e inciensos ha sido conocido y desarrollado desde tiempos inmemoriales. En Saqqara se han descubierto dos tumbas del Imperio Antiguo (aprox. 2.300 A.C.) donde se han encontrado tablillas de ofrendas de alabastro para los siete Aceites Sagrados. En las tablillas aparecen los nombres escritos en lenguaje jeroglífico de los siete Aceites Sagrados sobre cada uno de los siete receptáculos habilitados para albergar dichos aceites.
Desde diferentes fuentes del Antiguo Egipto (en concreto, la lista de perfumes grabada en relieve en el laboratorio de Edfú, en el templo de Isis en Philae, y las tablillas encontradas en Saqqara, así como en los Textos de las Pirámides), nos llegan nombres y usos de estos aceites. En general, se destacan los 14 Aceites Sagrados (7 físicos y 7 áureos), relacionados con distintos centros energéticos del ser humano, los cuales establecen importantes relaciones entre sí, decisivas para la salud física, mental, emocional y espiritual.
Los Siete Aceites Sagrados Físicos fueron usados por sacerdotes y sacerdotisas en los servicios de los templos y tumbas, para ungir las estatuas de los dioses, así como en la momificación y en la ceremonia de apertura de ‘la boca del difunto’. Además de en ritos funerarios, fueron usados para rituales de purificación y otras ceremonias, así como en la vida cotidiana. Los médicos los usaban para la curación de enfermedades.
Además de los siete Aceites Sagrados para los siete chakras físicos, ya mencionados, existen otros siete Aceites Sagrados más para los siete chakras áureos o etéricos, localizados en el aura de los seres e interdependientes de los siete chacras físicos.
Estos Siete Aceites Sagrados Áuricos se han usado desde hace miles de años tanto en unción sobre los puntos energéticos como en masaje, o también a través de inhalación del vapor del aceite mediante lámparas y quemadores. Se empleaban para la sanación y la curación de la mente, el cuerpo y el espíritu de los seres humanos. Fueron considerados los principales olores de unción, dada su extremada potencia alquímica (sanadora y transformadora) y, consecuentemente, sus profundos efectos curativos.
Los Aceites Sagrados de Florian´s Aromaterapia son importados desde ciertos laboratorios en Egipto que continúan practicando el antiguo método alquímico de elaboración del perfume. Son familias que han conservado la tradición oral de Khemit y utilizan sólo materias aromáticas puras, siguiendo instrucciones precisas para que el aceite perfumado resultante sea algo más que un perfume (un auténtico deleite para los sentidos) y sus efectos sean terapéuticos y transformadores.
Es importante mencionar que estos perfumes son importados desde Egipto por la importancia que tiene el suelo, el agua y el sol a la hora de energetizar un compuesto.
Cada aceite tiene un propósito específico a nivel físico y energético, que depende de los ingredientes que lo componen.
Los Aceites Sagrados Físicos ayudan a equilibrar y armonizar cada uno de los chakras para vitalizar los cuerpos físicos y espirituales, y abrir múltiples vías a nuestra autoconciencia en los niveles físico, emocional, mental y espiritual, para transferir energía e información.
Trabajando con estas esencias se puede conseguir un alto estado vibracional que nos libera de impactos negativos, independientemente de la fuente de la que provengan, expandiendo nuestra aura con fotones de luz, abriendo puertas dimensionales a sueños lúcidos y aportando claridad mental.
Los Aceites Sagrados Áuricos ayudan a fortalecer el aura y a armonizar cada uno de los chakras superiores, haciendo más hincapié en la parte inconsciente. Al igual que las Aceites Sagrados Físicos, los Áuricos también trabajan a los niveles físico, emocional, mental y espiritual.
La correspondencia entre los Aceites Sagrados Físicos y chakras es la siguiente:
La correspondencia entre los Aceites Sagrados Áuricos y chakras es la siguiente: